jueves, 19 de enero de 2012

En el jardín y al aire libre.


"Quien planta un árbol ama a otros además de a sí mismo" 
Proverbio inglés.

El pastel de fango definitivo

Cuando llueve a raudales, dedico un día a salir al jardín vestido con mis botas de agua y mis ropas más viejas. Es la época del año en la que la caja de abono tiene peor aspecto: una mezcolanza de hojas, ramas, raíces, tallos de flores y desechos de cocina, empapados y demasiado fríos para descomponerse. Quito las tablillas de la caja y cogiendo la horca más grande que encuentro pongo todo ese revoltijo en el suelo. Después hago montones separados con otros ingredientes: una docena de bolsas de basura que contienen estiércol de caballo en su punto,de olor acre, muy prometedor, un montón de algas, sacadas de la playa tras las tormentas de noviembre, un montón de tierra común y corriente. Entonces viene lo mejor: hay que amontonarlo todo junto en capas, como si fuera un pastel de chocolate y guindas verdaderamente pegajoso, pero con estiércol en lugar de guindas.

A esas alturas estoy cubierto de tierra, lluvia y trozos de algas, y me deslizo por el barrizal y me lo paso de miedo, aunque quien me viera podría pensar que estoy haciendo un trabajo desagradable. Por último, cubro del nuevo montón de abono con un plástico negro y entro en casa para darme un baño bien caliente.

Y luego llega el momento de más placer: un día soleado, cuando quito el plástico y huelo el especial "perfume" a podrido y veo que surge un cálido vapor. Si hundo la horca en el montón veo que mis esperanzas se han hecho realidad: una masa de gusanos, que trabaja a destajo para convertir mi montón de abono en rica tierra negra. No hay magia como esa.

"Una casa con narcisos es una casa iluminada, brille o no el sol. Narcisos en un florero verde... y ya puede nevar". A. Milne

COSAS PARA HACER

Mimar la primavera

Cuando te coge la "depre invernal", una de las curas más fáciles es anticipar la primavera obligando a que las ramas den un toque de color en el interior de la casa. Hay una gran variedad de arbustos y árboles que sirven, incluyendo la forsitia, el manzano silvestre, el sauce, el membrillo, el cerezo, el ciruelo , el melocotonero, el ligustro, el arce, la grosella, el sauce llorón y el olmo escocés. Basta hacer un corte sesgado en las ramas, con unas tijeras bien afiladas, y sumergirlas inmediatamente en un jarròn con agua caliente. Al pasar los días, pon especial atención en que haya suficiente agua tibia  y limpia en el jarrón y el calor de la casa hará el resto. ¡voila, primavera instantánea!.

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